Sigue siendo motivo de preocupación el elevado nivel de contaminación atmosférica alcanzado en la ciudad de Milán y, en general, en toda la zona del valle del Po. Se observan los últimos niveles alcanzados por las emisiones de polvo fino y las consecuencias que pueden tener para la salud humana.
Lo que dicen los últimos estudios
Los últimos datos publicados por el sitio web suizo Iqair sitúan a la capital de Lombardía en el podio de las ciudades más contaminadas del mundo. De acuerdo con laÍndice de calidad del aire (ICA)Milán habría registrado el domingo 18 de febrero un índice de 193, considerado “aire insalubre” y sólo superado por Dacca en Bangladesh y Lahore en Pakistán.
Datos cuestionados por el alcalde Giuseppe Sala, que habló de “noticias sociales”. Aún desdeArpa Lombardía Intentan contener la alarma. Guido Lanzani en TgLa7responsable de calidad del aire, explicó: “Las pm10 están por encima del umbral, no es una situación anómala, de hecho es común en esta zona analizando el período actual. Los datos de hoy son mejores que hace 10/20 años. Ciertamente todavía podemos mejorar”, afirmó y agregó que “se ha generado una alarma injustificada. Sus clasificaciones reúnen datos de diferentes fuentes, utilizando instrumentos diferentes y que no siempre pueden ser fiables o de buena calidad”.
Hay que decir que la de Iqair es sólo la última alarma en orden cronológico. El El servicio europeo de vigilancia de la atmósfera de Copérnico conocido como CamsaHace unos días, explicó que en el mes de enero, el Valle del Po ya vio superado en numerosas ocasiones el umbral crítico fijado para la contaminación atmosférica, las denominadas PM10 y PM2,5, fijadas por la Organización Mundial de la Salud.
Legambiente subrayó también, hablando de Milán, que ayer, con 118 microgramos por metro cúbico de PM 2,5 y 136 de PM10, la capital lombarda ha alcanzado el pico de una crisis de contaminación cuyos niveles nunca han sido tan altos igualado desde enero de 2017.
Cuales son las causas
Para los expertos, el alto nivel de contaminación alcanzado por el valle del Po está en parte relacionado con el hecho de que se trata de una región densamente poblada y altamente industrializada, lo que provoca la emisión de grandes cantidades de contaminantes a la atmósfera. Su geografía y sus características meteorológicas agravan el problema: de hecho, el valle del Po está rodeado por los Alpes al norte y los Apeninos al sur.
Esto crea un microclima que a menudo atrapa contaminantes, especialmente en ciertas condiciones climáticas como las inversiones de temperatura, cuando el aire caliente domina al aire frío, una situación inusual que actúa como la tapa de una olla. Los meses de invierno son los que se caracterizan por una peor calidad del aire, con altas concentraciones de PM10 y PM2,5 que pueden provocar enfermedades cardiovasculares, respiratorias y alergias.
Las escasas precipitaciones y las temperaturas superiores a la media estacional han contribuido a empeorar aún más la calidad del aire, impidiendo la renovación atmosférica y provocando una acumulación de contaminantes en el aire.
Las medidas adoptadas por la región de Lombardía
En respuesta a los elevados valores de PM10 registrados el domingo y a las previsiones meteorológicas para los próximos días, la Región ha activado, a partir de hoy martes 20 de febrero, medidas temporales de primer nivel en las provincias afectadas por la contaminación, entre ellas Milán, Monza y Como. , Bérgamo, Brescia, Mantua, Cremona, Lodi y Pavía.
No todas las ciudades son señales de alerta. El portal Info Air de la región de Lombardía señala a Lecco y Varese como las ciudades donde el aire es más respirable y, por tanto, no habrá limitaciones.
En estas nueve provincias, sin embargo, están activas restricciones de primer nivel:
- calefacción: Está prohibido el uso de generadores de leña para calefacción doméstica, así como el encendido de cualquier fuego en el exterior, como hogueras y barbacoas. También está prohibido exceder el temperatura de 19 grados en el interior de viviendas, oficinas y establecimientos comerciales;
- auto: en los municipios de más de 30 mil habitantes se limitará la circulación todos los días, incluidos sábados y domingos, de 7.30 a 19.30 horas para los vehículos 0 y 1 de cualquier combustible, y también para los vehículos diésel Euro 2, 3 y 4. Todos los vehículos tienen prohibido estacionar con el motor en marcha. Para la zona B las medidas se extienden también durante el fin de semana.
- sector agricultor: Prohibida distribuir desechos líquidos provenientes de la ganadería, aguas residuales, residuos orgánicos, nutrientes utilizados como fertilizantes y sedimentos derivados de procesos de tratamiento de aguas, salvo que sean inyectados o enterrados inmediatamente.
Cómo afrontan el problema las capitales europeas
Incentivar el uso de bicicletas y patinetes compartidos, autobuses cero emisiones, coches eléctricos compartidos y equipos de carga de vehículos eléctricos son algunas de las medidas implementadas para reducir ella contaminación del aire. Y en este frente, las capitales del norte de Europa, Copenhague y Oslo, no tienen rivales.
Luego están quienes intentan abordar el problema reduciendo o prohibiendo la circulación de coches diésel y/o viejos coches de gasolina en los centros urbanos. Desde agosto pasado, Londres amplió su Zona de emisiones ultrabajas (Ulez) a todos los distritos de Londres. Esto significa que cualquier vehículo que no cumpla las normas sobre emisiones nocivas para el medio ambiente tendrá que pagar un impuesto diario de 12,50 libras (unos 14,50 euros) para circular en cualquier zona de la capital inglesa, la primera metrópoli, en 2003, en introducir permisos pagados para acceder al centro. El resultado fue una reducción del tráfico del 33%.
Sin embargo, no hay que olvidar que estas disposiciones, sin un servicio de transporte público adecuado capaz de garantizar la libertad de circulación dentro del centro urbano en su totalidad, pueden resultar penalizadoras para quienes no disponen de medios económicos para adquirir un vehículo menos contaminante.