por Cinzia Ficco
¿La comunicación de Carousel a TikTok? El hilo conductor sigue siendo el entretenimiento, pero ya no es la empresa la que dicta las reglas del juego. La pelota está en manos del consumidor y ya no es la empresa que aspira a la fama la que puntúa, sino la que se mantiene fiel a su identidad ya lo que decide ser. Y así, si en el momento de Calimero, Boquilla Grappa Black Seal, Mariarosa, Carmensita, Cimabue el consumidor era sólo un espectador, hoy la empresa requiere un mayor esfuerzo de originalidad para ser reconocida y elegida. «Hoy, ya no es suficiente que una empresa comunique la calidad de su producto, su fuerza innovadora, servicios adicionales – dice Gaetano Grizzantipunto de referencia de la identidad de marca moderna, experto del Tribunal de Milán en materia de marcas y fundador de Univisual (que ha trabajado con realidades como Salmoiraghi & Viganò, Bottega Verde, Pampers) – porque los datos ya son requisitos previos. Y dentro de unos años también la adhesión a los principios de responsabilidad social, temas de extrema actualidad en la actualidad, se convertirán en una cuestión de rutina. La diferencia entonces estará en crear una identidad propia diferenciadora e iniciar una relación emocional y transparente con el cliente. Es necesario transformar la marca en marca. En definitiva, crear una marca creo, respetándola e intentando involucrar al cliente de forma empática. Que mientras tanto se ha vuelto más exigente».
Para Grizzanti, el hilo conductor de la comunicación del futuro deberá primero tener en cuenta lo que el consumidor percibe como real, quien además podrá devolver al emisor un mensaje publicitario considerado distónico y poco relevante para el consumidor. identidad de un negocio. Aquí hoy el receptor se convierte a su vez en emisor. Los roles se invierten, requiriendo una mayor dosis de creatividad y un trabajo analítico más refinado. Se trata pues de definir una estrategia de identidad, que se elabora a partir de las tradicionales misión y visión de la empresa para definir su propia objetivo, es decir, la finalidad que tiene una empresa distinta a la de generar beneficios. «Los tiempos han cambiado desde los días de Carosello, y con ellos los paradigmas para crear una marca, sobre todo si el target son los jóvenes. «Un ejemplo de una marca en la que ha colaborado recientemente mi estudio –nos cuenta Grizzanti– está dirigida a la generación Z, se llama Absurd». Una marca de belleza sin género de productos técnicos para el cuidado de la piel, con eficacia comprobada, veganos y con altos porcentajes de ingredientes naturales, vendidos solo en línea desde su sitio de comercio electrónico. Es una novedad absoluta en el sector por el enfoque científico y por el posicionamiento de la marca en el mercado: el payoff “Contra la Belleza” es provocativo, una verdadera declaración de posición frente a una belleza estereotipada».
El error que no se debe cometer, especifica el asesor, es por tanto toparse con una comunicación puramente comercial, construida únicamente sobre el producto y sus características intrínsecas. «Respetando los componentes éticos, la marca – concluye Grizzanti – siempre será el signo distintivo, pero tendrá objetivos diferentes y, sobre todo, requerirá esfuerzos de imaginación e inteligencia. Humanos, quiero decir, porque los artificiales podrán limitarse a sostener lo que ya existe, sin crear nunca nada realmente nuevo».
También por Héctor Chiurazzidurante treinta años al frente de Carucci y Chiurazzi, Agencia de comunicación Bari (creada con su esposa, Gianna Carucci), el objetivo de la comunicación será retener la atención del consumidor. «Básicamente –nos dice– Carosello y TikTok tienen esto en común: son capaces de entretener y contar historias. En poco tiempo. El futuro de una empresa estará cada vez más en su capacidad de narrarse de forma diferente en un mercado que homogeneiza la oferta. Para llegar allí, es necesario combinar herramientas físicas con digitales, combinar inteligencia artificial con inteligencia humana. Big data, small data nunca han tenido tanta relevancia como hoy. En la era cookieless, las pymes en particular tienen en sus manos los datos y su enorme potencial, a partir de los cuales se pueden extrapolar tendencias y necesidades usuario-consumidor. Llegar antes que los demás a comprenderlos para adaptar su comunicación y oferta será el enfoque ganador. Cuando hablo de inteligencia, la revolucionaria, siempre me refiero a la humana. El artificial será útil para sustituir una copia para la elaboración de fichas de producto y por tanto para ganar tiempo. Pero siempre será la del hombre desarrollar estrategias de comunicación originales y exitosas. Lo que nos ayudó a hacer de una galleta de Basilicata una marca nacional. Y que seguirá divirtiendo como los personajes de Carosello».
El artículo De Carrusel a Tiktok proviene de Revista Economía.