por Graziano Sabatino

NoEn los últimos 24 meses ha pasado de todo: desde la guerra ruso-ucraniana de febrero de 2022 hasta aquella israelí-palestino principios de octubre. En medio, además de las pérdidas humanas y de valores, nuestras empresas salen de la pandemia y la pesadilla de la cadena de suministro y nosotros, los tesoreros, tenemos que garantizar la liquidez y, en consecuencia, la continuidad del negocio.

El espectro de un saldo de caja negativo ha surgido constantemente en nuestras previsiones de caja como nunca antes en la última década. Pero, si por los equilibrios económico-patrimoniales – no es agradable – pero los valores pueden revelarse “negativo”, el del efectivo por su naturaleza no es del todo posible que suceda.

Está claro que una empresa no fracasará si cierra con pérdidas durante un año pero sí si no tiene efectivo para garantizar las operaciones.

Sabemos muy bien, por tanto, que una empresa vale su capacidad de flujo de caja. generar.

En la práctica contable la Cuenta de efectivo es una cuenta que tiene carácter patrimonial y su saldo sólo puede ser siempre positivo o igual a cero. Si la cuenta de caja presenta un saldo negativo (incluso en un solo día del año), esto sólo puede deberse a errores de registro, omisión de registro de recibos o otras irregularidades.

Allá subsistencia de un saldo de caja negativo, además de suponer la existencia de ingresos no contabilizados en una cuantía al menos igual al déficit, implica que las partidas de gasto son de un importe superior a los ingresos registrados en las cuentas. Este hecho constituye en sí mismo una clara anomalía contable.

Además, como ya se mencionó anteriormente, la hipótesis del efectivo negativo es una situación contable que es imposible que ocurra en la realidad, ya que el saldo de efectivo negativo significa que ha salido de la cuenta de efectivo más dinero del que ha entrado.

Porque entonces podemos encontrarnos con el efectivo negativo? ¿Y cómo evitar que surja este problema? Haciendo una rápida referencia, volviendo al aspecto contable, si el saldo contable de la cuenta “efectivo” tiene un valor negativo, evidentemente existen errores de registro contable en la cuenta sin explicar otras posibles irregularidades.

Para minimizar el riesgo de error, también puede resultar muy útil realizar algunas comprobaciones preventivas periódicas.

Pero el tema en el que quiero centrarme en esta contribución no es la gestión de un “error“contador sino de las habilidades y competencias que el tesorero debe poner en práctica, es decir, de su tarea absoluta y esencial de garantizar esa liquidez “Desplazarse“Siempre y fluido.

La gestión de la liquidez corporativa es un proceso que debe implicar la planificación y seguimiento de los recursos financieros, para garantizar que la empresa siempre cuente con recursos suficientes para satisfacer sus necesidades. A continuación se detallan algunos pasos clave para gestionar eficazmente la liquidez corporativa:

Análisis del flujo de caja: Es esencial monitorear cuidadosamente los flujos de caja entrantes y salientes para tener una visión clara de los ingresos y gastos de la empresa. Esta actividad debe realizarse mediante la preparación del presupuesto de caja, principal herramienta para identificar posibles brechas de liquidez futuras.

Optimización de ciclos financieros: Reducir el tiempo dedicado a cobrar los pagos de los clientes y negociar condiciones de pago favorables con los proveedores puede ayudar a mejorar la liquidez empresarial. Administrar cuidadosamente sus cuentas por cobrar y por pagar puede ayudar a reducir el retraso en los flujos de efectivo. La invitación, por tanto, es a incrementar efectivamente el conocimiento de las herramientas útiles para la gestión del capital de trabajo y, en este sentido, del Supply Chain Finance, es decirconjunto de soluciones (Factoring, Reverse Factoring, Confirming, Dynamic Discouting, Inventory Finance) que le permiten financiar capital de trabajo aprovechando el papel que juega dentro de la Supply Chain en la que opera y las relaciones con los demás actores de la cadena de suministro.

Diversificación de fuentes de financiación: Depender únicamente de una única fuente de financiación puede dejar a su empresa vulnerable en caso de restricciones crediticias o acontecimientos inesperados. Diversificar las fuentes de financiación, por ejemplo mediante líneas de crédito y préstamos bancarios, puede aumentar la flexibilidad financiera y garantizar una mayor liquidez de las empresas. También en este caso existen notables alternativas a los canales tradicionales que provienen del capital privado, es decir, del conjunto de instrumentos no negociados en los mercados públicos (Venture Capital, Private Equity y Private Debt).

Crear liquidez puede ser un desafío y existen varias estrategias que un Tesorero puede adoptar para mejorar la situación financiera:
1. Mejorar la eficiencia operativa: Reducir costos, optimizar procesos y aumentar la productividad puede ayudar a generar efectivo internamente.
2. Gestionar el capital de trabajo: Reducir los niveles de inventario y gestionar cuidadosamente las cuentas por cobrar y por pagar puede liberar liquidez de la empresa.
3. Explorar opciones de financiación: El acceso a fuentes externas de financiación, como préstamos bancarios o inversores, puede proporcionar mayor liquidez a la empresa.

En conclusión, sin duda la gestión de la liquidez corporativa es un aspecto crucial para el éxito financiero de una empresa. Una gestión adecuada del efectivo requiere una planificación cuidadosa, un seguimiento de los flujos de efectivo y el uso de indicadores y ratios adecuados. Se requiere una verdadera cultura financiera adecuada y favorecida. Estar en constante actualización debe ser un dogma en nuestro campo. Así como estar preparados para afrontar tasas negativas cuando en la historia y en los textos sobre el tema nunca han sido, respectivamente, un hecho repetido y una hipótesis contemplada.

La creación de liquidez requiere estrategias específicas destinadas a mejorar laeficiencia operacional y gestionar cuidadosamente el capital de trabajo. Con una gestión adecuada del efectivo, una empresa puede afrontar los desafíos financieros y capitalizar las oportunidades de crecimiento y, lo más importante, evitar el espectro de “balance negativo”.

El artículo Cómo proteger su saldo de efectivo proviene de la revista Economía.

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